7 de agosto de 2010

Charles Burchfield

Charles Burchfield, The Insect Chorus (1917)

Burchfield es otro de esos artistas de origen americano que he descubierto aquí. Me atrajo mucho el cartel con el que el Whitney Museum ha empapelado los vagones de metro, anunciando la exposición “Heat Waves in a Swamp: The Paintings of Charles Burchfield”.

La muestra cuenta con más de 100 acuarelas, dibujos, óleos, apuntes, anotaciones y diarios. Charles Ephraim Burchfield (1893 - 1967) trabajaba habitualmente con acuarelas y lo hacía de forma peculiar, ya que apenas usaba agua, por lo que pintaba con el pincel prácticamente seco y en ocasiones hasta retocaba la obra años después. En su temática la prioridad está en los paisajes de los alrededores de su casa, en las afueras de Buffalo, Nueva York. Son naturalezas envueltas en altas dosis de luz expresionista, creando en algunas ocasiones ambientes místicos de atractivo poder.

Charles Burchfield, Glory of Spring (Radiant Spring), 1950

Se dice de él que fue un artista visionario y es conocido por sus imágenes en las que muestra los efectos de la Industralización en ciudades pequeñas de Norteamérica, así como por sus paisajes trascendentales, donde casas encantadas y árboles de extrañas formas provocan visiones de auras misteriosas.
Con su amigo y colega, Edward Hopper, compartió el haber dejado el cubismo fuera de ecuación. Hopper dijo de él que su trabajo más, que basarse en arte, lo hacía en la vida. Ésa vida que en concreto más conocía y amaba.
Probablemente recibió influencias de van Gogh o Caspar David Friedrich pero dónde más estímulo encontró fue, sin duda, en las descripciones de naturalezas de, en un principio escritores de habla inglesa como Thoreau, y más tarde en los trabajos de escritores finlandeses.
Su trabajo se divide normalmente en tres partes, uno de figuración (normalmente ranas e insectos), otro de casas y escenas de ciudades pequeñas y por último, otro dónde las abstracciones afectan a comportamientos, generalmente mórbidos y temerosos. He leído en algún catálogo que su trabajo se describía como Arte de calendario y pintura de domingo, pero sus imágenes en cambio no son siempre agradables, cuando flores y casas simulan tener rostros, para mí eso, resulta bastante inquietante, y es ahí precisamente donde radica su fuerza y singularidad.

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