5 de agosto de 2010


Cómo no podía ser de otra manera y debido a la relación con mi escuela (SVA, o lo que es lo mismo, The Shool of Visuals Arts, ya sabéis que aquí adoran las iniciales) mi última compra responde al llamamiento de un clásico, The Dreamer, de William Erwin Eisner (Brooklyn, Nueva York, 1917- Florida, 2005). Una novela semiautobiográfica que cuenta el origen del mundo del cómic en Nyc.

Aconsejada igualmente por mi profesor (el dibujante Tom Motley), acudí previamente al Mocca, Museum of comic and cartoon art, cuyo propósito es coleccionar, preservar, estudiar, educar y mostrar cómics, así como el arte del cartoon. Es un sitio pequeño y de reciente apertura pero que recomiendo totalmente porque seguro que en un par de años será un museo de visita obligada y ahora mismo aún cuenta con el encanto de una oficina pequeña dónde un grupo de locos soñadores quedan para compartir sus ilustraciones. Representan cada género del arte, desde animación, libros de cómics, tiras de humor, ilustraciones políticas o humorísticas, novela gráfica, arte generado por ordenador, etc.

Así que salí de allí con ganas de más y directa a la librería Strand que me fui. Dentro de la maravillosa locura que es este sitio, hay una sección de novela gráfica y allí es dónde estuve ojeando las obras de este gran historietista, creador del personaje The Spirit en 1941. Fue además quién hizo popular el concepto de novela gráfica a partir de 1978, encontrándose en su haber una larga lista de obras publicadas, así como la fundación de The American Visuals Corporation, una empresa que se dedicó a la creación de cómics, viñetas humorísticas e ilustraciones. También fue profesor de técnicas del cómic en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York (de ahí la conexión que comenté al principio), y escribió dos obras fundamentales acerca de su creación: El cómic y el arte secuencial (Comics and Sequential Art, 1985) y La narración gráfica (Graphic Storytelling and Visual Narrative, 1996).

Gracias a la obra de Eisner, el cómic dejó de verse como un mero medio de entretenimiento para niños y adolescentes. En su honor se crearon en 1988 los famosos Premios Will Eisner, que se entregan anualmente en la Convención Internacional de Cómics de San Diego (California). Casualmente la última entrega fue hace unas semanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario