15 de julio de 2010

Roy Lichtenstein


La Gagosian Gallery tiene el honor de presentar la “primera” exposición individual de Bodegones (Still life) de Roy Lichtenstein (1923, Nyc - 1997, Nyc). Un momento, la primera, ¿otra vez? ¿Pero cuántas veces he oído esto ya..? Lo que acabáis de leer no es coña. Después de todas las exposiciones que he visto ya a estas alturas en Nyc, creo que todas presumen de ser efectivamente las primeras en mostrar… bla bla bla, lo que demuestra que los americanos son verdaderos maestros a la hora de venderse. En cualquier caso, esta muestra que nos ocupa ahora abarca de 1972 a principios de los 80 y se completa con dibujos, óleos y esculturas del gran pintor pop, artista gráfico y escultor.

Estamos acostumbrados a ver siempre la parte de su trabajo que le llevó al éxito. Sus famosas imágenes tomadas de cómics con las que a partir del 57 y tras una primera etapa de expresionismo abstracto, el artista experimentó.
Siempre unido al estilo Pop art, Roy Lichtenstein siguió haciendo cosas nuevas pasados los 60 en los que predominaron sus pinturas de estilo comercial y producción masiva.
Y es a partir del 72 cuando comienza esta etapa de Still life en la que decide hacer su propia contribución personal al género.

Adoptó los personajes típicos de los dibujos animados y reprodujo a mano con la misma técnica que se usa para imprimir, las líneas y puntos, así como los colores primarios y brillantes.
Dichos puntos simulados se conocen con el nombre de Ben day dots, en honor a Benjamin Day, ilustrador e impresor que inventa este proceso, similar al puntillismo.


Formas planas inspiradas en los periódicos y anuncios impresos. Evocaciones de reproducciones mecánicas que él resaltaba más que en el original. Sus motivos incluyen desde elementos clásicos de bodegón como frutas, jarrones,... hasta objetos modernos como los propios de oficina.



Con su estilo “cartonista“, disecciona objetos, trasladando al mismo plano forma, ángulos, profundidad.


Se aprecian las influencias de Picasso y Matisse en su obra.


Las salas contienen además un gran número de dibujos y apuntes.



Nuevamente me encontré sola en mitad de este estallido de color. Bueno, no exactamente. Conté con la compañía de un peculiar vigilante de sala, un hindú de 70 años que cree a ciencia cierta que todos los cuadros contienen ocultos rostros que controlan tus movimientos. Si permaneces el tiempo suficiente en la sala puedes llegar a fundirte con la obra y ver claramente como te siguen con la mirada. “Las obras están vivas, se mueven… can you see it??” Lo sé, da miedo…




Todas las fotos han sido tomadas por mí (S.R.), en la exposición:
Roy Lichtenstein, Still life (Gagosian Gallery, Nyc 2010)


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