14 de junio de 2010


Williamsburg stories


Capítulo cuatro

Be eco, my friend


Y volvemos a notar algo extraño en el ambiente. ¿¿Qué es?? Hummm, ¡¡date!!
Que los supermercados están llenos de verduras y frutas. Resulta que si te fijas bien, todos los productos tienen su versión estándar y otra ecológica, biológica, orgánica, bio, todo junto o por separado. Da igual. Lo importante es que te ponga en preciosas y muy bien diseñadas etiquetas que lo que compras está hecho sin productos químicos. Y en el conjunto incluimos todo, desde la salsa de tomate, el filete de pollo, la leche, el vino, el champú y hasta el jabón con que lavarás los platos.


Cualquier super de barrio parece más propio de un país del norte de Europa que lo que a primera vista se espera de E.E.U.U. pero la fiebre de lo sano es imparable, ha llegado a este país y siguiendo con su tradición, todo aquí se hace a lo grande. Así que tenemos de todo sin conservantes y aunque es un poco más caro, la diferencia al final es mínima, porque otra cosa que también es muy New Yorker es que aquí comer, se come poco y siempre a deshora. Por lo que para una vez que lo haces, ¿porqué no al menos hacerlo sano? Según escribo esto, sonrío para mí, y rezo porque en unos meses siga pesando lo mismo. Es complicado pasar tantas horas en cafés maravillosos, desarrollando labores tan agradables como leer, dibujar y escribir en mi portátil (que ya es mi mejor amigo) sin consumir cafés y engullir bagels recién hechos. Miro a mi alrededor y veo que todos hacen lo mismo que yo. Serán productos sanos pero todos sabemos que aquí hasta respirar engorda, ¿o será mi herencia europea? ¿¿qué demonios comen las chicas aquí para pesar un gramo?? Yo, por si acaso, me marco mi siguiente objetivo para ser una más aquí, mañana me pongo mis zapas de correr y me cruzo el puente de Williamsburg corriendo. ¿Lo lograré?…

4 comentarios:

  1. Y espérate cuando descubras los Farmer's Market, eso ya es el colmo del mundillo orgánico!

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  2. aqui le ponen la palabra organico/eco/gourmeto flipatelo y se quedan como dios clavandote 9mil pavarottis. Mucho ojito!
    Lolo-.
    (si, sigo tu blog! que te habias creido?)

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  3. Yo sí que me quedo flipatelo! (Yo también sigo el tuyo)

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  4. 12 pavos por cuatro hojas de lechuga orgánica fue mi escarmiento nada más llegar, desde entonces ya nada me asusta.

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