14 de junio de 2010

Exit through the gift shop

Día de lluvia y por tanto motivo para resguardarse en un cine. Quiso la casualidad que la única película que se emitiera a esa hora fuera: Exit Through The Gift Shop, un (pensé yo) inocente documental sobre Bansky. Y lo que prometía ser un rato entretenido, resultó un momentazo de diversión. ¡Qué grande! Totalmente recomendable. Acabas la peli y lo único que quieres hacer con tu vida es pintar calles y corretear libre por la vida, ser un anarquista del arte (vale que yo tiendo a fliparme con estas cosas). Tras dominar este subidón, es cuando empiezas a asimilar lo que acabas de ver y de repente te quedas con la boca abierta y la frente arrugada, ¡¡un momento!! Wtf! Pero vamos a ver, y sin entrar en el eterno y manoseado debate sobre qué es arte, ¿de verdad el mundo es un absurdo? Ya sé que sí, por lo que no debería sorprenderme que el del arte sea también incomprensible muchas veces. Lo único claro una vez más es que estamos locos.
¡Cuidado, spoilers, intentaré no liarla!

Quizá sea esto lo que pueda explicar el curioso giro que da el film cuando de repente, lo que parecían las peripecias de un francés que vive en Los Ángeles y que decide documentar el movimiento artístico callejero protagonizado por los graffiteros (o porqué no, artistas gráficos) más interesantes del momento, acaba descubriendo y obsesionándose con el enigmático y perseguido Bansky. Ante la sorpresa del espectador, este personaje caricaturesco llamado Thierry Guetta, decide convertirse en una mega figura del arte y toma ya, ¡que lo consigue!
Bansky aparece como una especie de estrella consagrada dentro del arte callejero. Misterioso y enigmático pero rodeado al mismo tiempo de un equipo de ayudantes, publicistas y fans entregadísimos, muchos de los cuáles ni siquiera entendidos en Street Art. Artista que se ha convertido en una apuesta segura para todos aquellos que se puedan gastar una pasta en este tipo de adquisiciones.

Dudas que surgen tras ver el documental:

(Graffity de Bansky en Nyc).

¿es Bansky el verdadero director de la peli que no firma por su consecuente anarquismo? Aparece en el film tal y como se esperaba, anónimo, a contraluz y con voz difuminada digitalmente pero dejando muy patente un sentido del humor que confirma su total liderazgo en el mundillo. Un tío con carisma, de eso estoy segura.
Siguiente duda, ¿¿es este Thierry Guetta real?? ¿Será posible que así sea?

(El mismísimo Thierry Guetta posando delante de su obra).

Lo es, pero todo ese interés por aclarar cómo se conocen y establecen relación a pesar de lo cuidadoso que Bansky es al respecto, hace sospechar que aquí, señoras y señores, se cuece algo misterioso. ¿De verdad este absurdo que es Guetta, alias Mr. Brainwash, consigue convertirse sin ningún apunte de talento en un mega artista? Esto nos lleva a recordar otros casos similares, quizá no tan radicales y aún a riesgo de liarla nombraré a Damien Hirst.
Mr. Brainwash (¡qué nombre tan genial!), cómo no, es admirador y en consecuencia imitador sin reparos de Warhol. Resulta una especie de genio sin piedad, ni escrúpulos, dispuesto a forrarse a toda costa. Se la suda (literal) contar con el aprecio de los artistas a los que admira aunque curiosamente tampoco renuncia a su apoyo. En fin, a pesar de haber destrozado la trama, por favor, sigue mereciendo la pena. Verlo para creerlo.

2 comentarios:

  1. otro caso como el señor casamajor?

    eso quieres decir?

    ¡whatever, quiero verla!

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  2. Hummm, interesante. No conocía este caso pero podrían tener puntos en común...

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