15 de junio de 2010


Salgo de casa y ¿qué me encuentro? Pues una “acción” de street art llamada Knitfiti o guerrilla knitting (mucho más molón el segundo nombre, todo lo que empieza por guerrilla me gusta, en arte digo). En este caso es una bici envuelta en su “trajecito” de punto. Adoro estas intervenciones y me moría de ganas por encontrarme con una. Quizá por mi condición femenina o directamente porque soy una cursi, estoy totalmente a favor de este tipo de arte callejero en el que prima decorar o adornar el espacio exterior cómo si se tratara de un hogar enorme y compartido por mucha gente desconocida.

Son varios los colectivos que se dedican a esto. Pero en común coinciden en que todos trabajan lógicamente con punto o ganchillo, envuelven en colores todo lo que se cruza en su camino, reinando las chicas detrás de las acciones.
Ese punto romántico es el que me interesa. El componente femenino que actualiza y reinventa las tradiciones domésticas de nuestras madres y abuelas, con la misión de convertir la calle en un lugar más cálido y acogedor, haciendo la vida un poquito más agradable.

4 comentarios:

  1. Me encanta!!!... Gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  2. he empezado a leer tu blog...aún me queda mucho por descubrir. el momento bicicleta con vestido de punto me ha encantado. hay tanto de tí en todo esto!!!! xoxo, myriam

    ResponderEliminar
  3. Gracias a los que me leéis. ¡Es grande saber que detrás del vacío hay alguien!!

    ResponderEliminar
  4. carmen mselma, muy interesante lo que haces. ¡Estaré atenta..!

    ResponderEliminar