22 de abril de 2011

Joe Matt


Creo que he aprendido más en una tarde con Joe Matt que en siete meses de clase. Gracias a la web
Entrecomics, que allá en 2007 publicó una mega entrevista con el dibujante y que años después me ha aportado tan sabios consejos. ¡¡Viva!!

Portada de Consumido, de Joe Matt.

Aprovecho y ya de paso acompaño la lectura con uno de sus cómics, por ejemplo, Consumido (esto, ehhh, a pajas, al menos a primera vista pero por supuesto, la historia esconde mucho más y de ahí que sea uno de mis autores favoritos por varias razones que trataré de explicar a continuación).
Consumido es una obra que te lees del tirón y cuando ya la has acabado, te quedas un buen rato con una sonrisilla de medio lado, piensas, qué gracioso el jodio,… hasta que de repente empiezas a caer en la cuenta de varias cosas, por ejemplo, la importancia del texto y del diálogo frente al dibujo. Y es que en sus páginas el verdadero protagonista es el relato. No hay nada más que relato. El tío rompe con todas las reglas establecidas a la hora de dibujar un cómic, reglas que sirven para romper la monotonía y dar un ritmo que resulte entretenido al lector.

Una de las páginas de Consumido, de Joe Matt.

Él, en cambio, puede dibujar 30 páginas de una conversación a tres bandas con un fondo mínimo o un monólogo de 20 páginas con el personaje sentado en una habitación. Y sin embargo no sólo no resulta aburrido sino que ¡ni siquiera eres plenamente consciente de ello! Esto es algo raro, raro, ¡en serio! Y al mismo tiempo es genial porque de un plumazo deja en evidencia las normas obligadas del cambio de plano y encuadre para hacer de una escena algo interesante, emocionante o rítmico. Matt afirma en la entrevista que “el reto está en mantener el interés sin trucos de ningún tipo, excepto un buen guión. Y el dibujo debería servir al guión de la misma forma que las letras del alfabeto sirven a la literatura, es decir, que debería funcionar a un nivel puramente icónico o simbólico, a poder ser sin llamar la atención sobre sí mismo”.

Viñetas de Joe Matt.
Rey del cómic autobiográfico,
otra de las razones por las que me declaro fiel admiradora, junto con la del sentido del humor y su "lenta producción artística"
.



Está claro que su máxima es simplificar, y en relación a esto añade, “para mí todo reside en el diálogo. En el diálogo y las expresiones faciales. No es una película, pienso como escritor“.

Joe Matt.

Bueno, pues esto que parece tan sencillo, a mí me da la vida porque aunque al final uno siempre hace lo que quiere (eso está claro), muchas veces te queda la duda de si lo hecho está bien o mal. Ahora sin embargo, sigo con la misma duda pero feliz porque ¡¡realmente tengo “permiso oficial” para hacer lo que quiera y experimentar como me plazca!!

Las influencias de Joe Matt vienen de tres grandes que también comparto;

Robert Crumb (cómo no, el dios).

Peanuts, de C. Schulz (por su limpieza de trazo y el diseño/estructuración de las viñetas).

Y Maus, de Art Spiegelman ( ya un clásico obligado y obra de arte).

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