12 de enero de 2011

Made in USA. Fundación Mapfre


La Fundación MAPFRE nos deleita esta vez con una muestra perteneciente a la Phillips Collection. Todo un siglo de Arte Americano resumido dentro de esta galería que siempre nos propone interesantes exposiciones. Esta vez, es además una gran oportunidad para apreciar una colección que raramente abandona su lugar de origen, Washington D.C.
Su fundador, Duncan Phillips, reunió allá en 1921 ,un conjunto de obras con intención de representar lo mejor del arte americano, cuya finalidad era conformar el primer Museo de Arte Moderno cuando aún no existían ni el MOMA, ni el Whitney(ambos en Nyc).

La colección se divide en distintas temáticas y aunque todas me parecen dignas de destacar, me centraré en dos grupos en concreto:
Memoria e identidad. ¿Porqué? Obviamente se trata de un interés personal. Desde hace años siento una especial atracción por aquellos artistas un tanto marginales, de trayectorias sinuosas, diría con un poquito de humor…
En este caso y a propósito del título de la exposición, considero que es un bonito y obligado homenaje a aquellos artistas profundadamente americanos que normalmente no ocupan lugares destacados.

En Estados Unidos, la inmigración a finales del XIX se vio impulsada con la migración de miles de afroamericanos que dejaron las tierras de cultivo del sur para buscar empleo en las ciudades del norte. Esto se traduce como un cambio en la realidad social norteamericana que por supuesto se reflejó en el arte, además de en otros campos artísticos y culturales.
Posteriormente, en los años 20 y 30, la pintura figurativa de la escena americana se hace popular y como consecuencia se comienza a describir a la sociedad del momento, una sociedad formada principalmente por una pluralidad étnica.
Duncan Phillips, tomó la iniciativa valiente y arriesgada de incluir obras de artistas autodidactas, afroamericanos, inmigrantes o mujeres como una defensa rabiosa y elocuente de lo que realmente formó y actualmente continúa formando el patrimonio cultural americano.

John Kane (1860-1934) fue el 1er pintor autodidacta expuesto en el siglo XX en un museo. De estilo naïve, abrió paso a otros artistas como Grandma Moses (de la que ya hablé este verano con motivo de mi visita al Folk Museum de Nyc).

John Kane

En la misma línea vemos a Horace Pippin (1888-1946), autodidacta, afroamericano y de estilo naïve, también. La injusticia de la esclavitud y la segregación americana son los protagonistas de su obra. Como muestra este Domino Players (1943).


Desde su primera exposición en 1938 y hasta su muerte, su fama y reconocimiento fue creciendo de una costa a otra hasta que su obra pasó a estar presente en importantes museos de arte.

Afroamericanos igualmente son Jacob Lawrence (1917-2000) y Allan Rohan Crite (1910-2007). Lawrence llamó a su propio estilo cubismo dinámico, ya que sus influencias están más en sintonía con las calles de Harlem que en el París picassiano. Muy conocida fue su Serie Migración (Migration Series). Ya en 1974, el Whitney le dedica una retrospectiva.

Serie Migración (Migration Series), Jacob Lawrence.

Mientras, en la obra de Rohan Crite encontramos un escenario lleno de color y tintes episcopalianos, a través del cuál nos relata experiencias afroamericanas.

Rohan Crite.

Yasuo Kuniyoshi (1893-1953), inmigró en su temprana infancia a Estados Unidos, dónde se hizo muy conocido por sus naturalezas muertas de objetos comunes, así como por sus mujeres cirquenses y desnudos.

Yasuo Kuniyoshi

Por último, mencionar a Doris Lee (1905-1983), artista e ilustradora folklorica de pintura figurativa.

Doris Lee

En contraposición a esta visión folklórica que dio voz a las distintas comunidades americanas , aparece La Ciudad como personaje figurativo en sí mismo. Bajo este título se cuelgan las obras de un conjunto de artistas llamados “precisionistas“. Término que enfatiza la línea precisa que diseña las obras de éstos artistas y que da nombre a éste estilo.
Este es el otro grupo que deseo destacar porque completa la otra cara de un país como es Estados Unidos. Es la época de entreguerras y la ciudad es el gran símbolo de la época. La Fundación Mapfre ofrece paralelamente la exposición del fotógrafo John Gutmann, cuyas imágenes muestran un San Francisco y un Nueva York de la misma época que las obras arriba expuestas, ciudades rabiosas, modernas, en plena construcción urbanística, con puentes, metros, rascacielos, …

Dentro de este grupo de pintores se incluyen Charles Sheeler (1883-1965), uno de los fundadores del modernismo americano y de los fotógrafos más importantes del siglo XX.

Rascacielos, 1922. Charles Sheeler.

Stefan Hirsch.

En las obras de Stefan Hirsh (1899-1964)los motivos industriales protagonizan las escenas, así como una gran atención al detalle, líneas limpias, duras y colores armoniosos.

Barco y silo nº2, 1941-1942. Ralston Crawford.

No podemos dejar de mencionar a Ralston Crawford y la evocadora visión de Manhattan desde Brooklyn de Edward Bruce.

Edward Bruce.

Cada uno en definitiva, con un estilo propio pero coincidiendo en una imagen dura de la ciudad, de colores planos y paleta fría. Geometría, verticalidad, paisajes de cubos que evita la presencia humana y la naturaleza, majestuoso ejercicio de profundidad y perspectivas geométricas que no olvida captar la esencia del espíritu urbano.

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