9 de marzo de 2010

Kiki Smith


De nuevo en Arco, escondida entre piezas de grandes tamaños y gamas de colores violentos, aparece esta maravilla delicada, de factura frágil. Su autora no podía ser otra más que Kiki Smith, la artista americana (1954, Alemania).


Odio cuando se la encasilla en ese grupo limitado y asfixiante que resulta ser el feminismo. Movimiento en el que se inició allá en los 70, cuando se experimentaba con el cuerpo de la mujer bajo un contexto político. Mucho ha llovido desde entonces, y Kiki ha construido un universo a su medida, femenino y poderoso, donde su iconografía se basa en técnicas propias de las “artes menores” como el manejo de flores, cristales pintados, espejos, papel maché. Técnicas realizadas tradicionalmente por mujeres y donde sus temas son la maternidad y la transmisión de madres a hijas. Asociación de ideas de reproducción y herencia junto con la de pervivencia, unido a un proceso cultural, de tradición y memoria.


La obra en cuestión se llama Deer things(2006-08). Por cierto, un delicioso juego de palabras.
El ciervo es un animal que cuenta con un significado complejo de tradición simbólica. En la mitología griega, acompaña siempre a Diana cazadora, mientras que en las tradiciones europeas, el macho de esta raza es un símbolo del renacer. Kiki alude en la obra a nuestra compleja y problemática relación con la naturaleza. Según ella misma ha afirmado en alguna ocasión, cree firmemente en el hecho de que la raza humana está íntimamente conectada con la salud medioambiental.

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