31 de marzo de 2011

15 de marzo de 2011

Mi abuelo


Soy lenta. Tomando decisiones, lanzando opiniones, expresando sentimientos. Andando por la calle, levantándome por las mañanas, hasta en lo pasional voy siempre despacio. Mi abuelo murió hace muchos años. Más de 10. No llevo la cuenta aún, hasta para eso voy despacio. Para mí siempre será poco. Tengo la sensación de que la pérdida de mis abuelos es aún reciente. Mi abuelo era dibujante. Cuidadoso. Habilidoso en todo lo que hacía. Porque además de hacerlo bien, lo hacía con cariño. El día en que por su edad, supo que ya no dibujaría más, empaquetó todos sus utensilios como si se fuera de viaje, los guardó en un cajón y tras su muerte, mi abuela me los dio a mí. Con orgullo los guardé en un armario, sin saber muy bien qué hacer con ellos pero segura de que eran mi gran tesoro. Mi mejor herencia. Ahora, en el ecuador de mi vida, me doy cuenta de que no sirve de nada evitar lo que te dicta el corazón y me atrevo a reírme de todos aquellos que te animan a seguir a la razón. Ellos llegan a fin de mes. Yo ya no. Pero sonrío. Todo el tiempo.


Hoy abrí ese armario. Sin saber porqué. Cogí la caja y en la intimidad de mi casa, la abrí. Si existe el más allá y la conexión con nuestros muertos, es esto. Sentir el olor a óleo en mis manos, ver mis dedos manchados por las viejas minas de grafito, descubrir ése sobre repleto de viejos sellos que mi abuelo adoraba coleccionar, verle una vez más a mi lado, observando con su lupa el sello en cuestión, sonriéndote con su mirada sobre las gafas caídas. Me pregunto porqué he estado evitando hacer con mi vida lo que realmente me gusta. Pero al mismo tiempo me siento satisfecha porque lucho cada día por estar más cerca de encontrarme. He dado muchas vueltas y creo que ya sé el camino. Hoy, aunque llore, estoy feliz.

14 de marzo de 2011

Un día sabático

Pues sí, a veces me divierte pasar la aspiradora. Me gusta por dos razones, porque me encanta ver desaparecer el polvo mientras mi cerebro divaga como loco, a la par que se me ocurren mil ideas absurdas que nunca llevaré a cabo por no apuntarlas según se me ocurren.

Nado. Aunque me da pereza la mayoría de las veces. Pero me gusta. Mucho. El bono de 10 baños me dura meses. Me da pereza. Pero me encanta.

Mi madre me alimenta que da gusto. Y es que todo sabe de maravilla en casa de mis padres. Me gusta protestar cuando mi madre insiste en que coma más. Adoro estos momentos.

Y de broche, un siestón frente al televisor. Lo que más me gustan son los telefilmes de Antena3. Con sólo ver el principio y el final tienes más que suficiente para entender todo el argumento. Y mientras se duerme que da gusto. Mis favoritos son los que tienen asesinatos, aunque últimamente me he aficionado a los dramas alemanes. Hay poca gente que comparta este gusto conmigo...

13 de marzo de 2011

Camille Jourdy - Rosalie Blum


Camille Jourdy es una joven ya reconocida y muy prometedora dibujante de cómics, que ha sido ya premiada por el Festival de Angoulême del 2010 como autor revelación por esta maravilla titulada Rosalie Blum que se divide en tres tomos:



Es cómic de chicas, sí, ¿qué pasa? La autora en este caso, además de ser mujer, tiene un estilo delicado y que me atrevo a calificar directamente como bonito. Bonito por el dibujo y bonito por lo que cuenta y cómo lo cuenta.


Leerlo me ha supuesto la hora más deliciosa de toda la semana, y digo hora porque fue imposible dejarlo hasta que no lo consumí de cabo a rabo. Relaciones, personajes con profundidad, humor, misterio... poesía dibujada. No lo estoy recomendando. Es más, no quiero que lo lea nadie más porque lo deseo sólo para mí.

8 de marzo de 2011

Semiotics of the Kitchen - Martha Rosler


Día Internacional de la Mujer Trabajadora

6 de marzo de 2011

Movimiento Sufragista


Se avecina el Día de la Mujer y con él un repentino interés por el universo de “ellas“. Y yo voy y me aprovecho de la ocasión para recordar algo de nuestra breve historia feminista. Porque el feminismo como movimiento es en realidad joven. ¿Es un siglo poco? Supongo que depende de lo conseguido.


Para comenzar es necesario recordar a Althusser, quién ya nos avisó de que las imágenes que nos rodean nunca son inocentes. Esto es fundamental para entender que ése sistema de imágenes que nos acompañan a lo largo de nuestra vida, no son más que el producto de un orden cultural e ideológico que maneja nuestra percepción de la realidad. Saber esto es importante pero lo es mucho más el poder distanciarse de dichas imágenes para ser conscientes de que en muchas ocasiones, no pertenecemos al modelo universal y neutro que nos propuso hace mucho Kant. Por tanto hay que cuestionar.

Cartel Sufragista: Abajo los hombres y arriba las mujeres.

Y esto es lo que hicieron las mujeres o al menos una importante parte de ellas a finales del siglo XIX. Las sufragistas pretendían una reforma social, económica y política que quedaba simbolizada por el derecho al voto. Se reclamaba el sufragio igual, que es el que afecta a la abolición por diferencia de género. Pedir el sufragio universal, es decir, la abolición por diferencia de raza (llegados a este punto rectifico y digo, por diferencia de etnias porque que yo sepa, la raza siempre es la misma, la humana, vamos) era más revolucionario todavía.
Tras intentos por aquí y por allá, las que primero consiguieron el derecho al voto sin restricciones ni trucos fueron las Neozelandesas en 1893, de mano de Kate Sheppard.

Imagen de Kate Sheppard en los billetes de diez dólares neozelandeses.

Por supuesto hablamos de votar, lo de presentarse a las elecciones ya es harina de otro costal.
Con todo, esto que hoy en día nos parece natural, le sigue siendo negado a muchas mujeres. Ejemplos encontramos aún en algunos países del mundo islámico o en el Vaticano mismo.

Dentro de esto, las más cañeras fueron las británicas, que además reclamaban la incorporación de la mujer al campo laboral mientras sus hombres luchaban en la Guerra Mundial, denunciaban la doble moral, la subordinación en el matrimonio, y pedían mejoras en la educación, así como la apertura de nuevos horizontes en el campo laboral. Vamos, lo mismo que seguimos reclamando hoy en día.

Cartel sufragista:
Las Sufragistas en casa
No sabemos lo que queremos
pero lo conseguiremos

Emmeline Pankhurst (Manchester 1858- Londres 1928) fue una de las fundadoras del movimiento sufragista británico. En 1892, fundó la Liga en Favor del Derecho al Voto de la Mujer y junto a su marido, autor de Ley de la Propiedad de la Mujer Casada, se afilian al Partido Laborista. Enviuda en 1898 pero esto no le impide fundar unos años después la Unión Política y Social de la Mujer (WSPU) junto con Annie Kenney, Emily Davison y Dama Ethel Smyth.

Detención de Emmeline Pankhurst

Imagen de ataques a otras sufragistas anónimas

Ambas visitaron en varias ocasiones la cárcel y sufrieron el maltrato por parte de las autoridades más de una vez. En 1905, Annie Kenney junto con Christabel Purkhurst (hija de Emmeline), interrumpen un discurso político para preguntar a Sir Edward Grey y Churchill si estaban a favor del voto femenino. Ninguno abrió la boca y entonces, para asombro de todos los congregados, mostraron su pancarta reclamando el voto femenino a la vez que exigían una respuesta. La broma les salió cara y acabaron recluidas en prisión durante tres largos días.

Annie Kenney y Christabel Purkhurst

Imagen de hombres opuestos al sufragismo femenino

Años después y con motivo de la Gran Guerra, Emmeline propuso con éxito a las mujeres adoptar los trabajos que tradicionalmente estaban destinados a los hombres, ya que ahora ellos se encontraban en el frente y los puestos vacantes.
Emmeline murió viendo hecho realidad su sueño, el derecho al voto femenino en el Reino Unido.

Manifestación de sufragistas en Washington Square (Nueva York). 1913.

En España también contamos con nuestra heroína correspondiente, Clara Campoamor (Madrid 1888 - Lausana 1972). Republicana y liberal (“como Dios manda”) y principal impulsora del sufragio universal en nuestro país. A los 36 años se convierte en una de las pocas abogadas españolas y años más tarde creó la Asociación Liberal Socialista . Además fue diputada en la 2ª República por el Partido Radical (republicano, liberal, laico y democrático). Acabó renunciando al Partido y a su escaño a favor de la CEDA. Sin embargo cuando intentó unirse a la Izquierda Republicana no fue admitida, por lo que en 1935 escribió, Mi pecado mortal, El voto femenino y yo.
En 1937 se ve obligada como tantos otros al exilio. Tras un intento de regreso en los años 40, fijó su residencia en Suiza donde permaneció hasta su muerte.

Imagen de Clara Campoamor en un sello conmemorativo.

En el 2007 fue aprobada una propuesta no de Ley por el Pleno del Congreso con el apoyo de todos los grupos parlamentarios (ah, no. El PP, no) en la que se reclamaba el reflejo de las políticas de igualdad en la elección de figuras femeninas para la acuñación de monedas, siendo Clara Campoamor la seleccionada por su papel primordial en la defensa del voto femenino en la Segunda República.

4 de marzo de 2011

Yoko Ono

No recuerdo la razón por la que ayer me vino de repente a la memoria la instalación Voice Piece for Soprano que montó Yoko Ono en el MoMA de Nyc.
La anécdota en cuestión data de este verano, cuando paseaba por dicho museo tratando de evitar a la masa y disfrutar de las obras. Tengo que confesar que este templo moderno del arte es como una especie de centro comercial. Hasta arriba de gente y por si fuera poco, había un sonido molesto de fondo que lo hacía más hostil aún. Tardé bastante en darme cuenta de lo que ocurría realmente. ¿¿Qué demonios era eso?? ¿Gente gritando? ¿¿En serio??? Ajá. Pero no como yo me temía. Bueno, sí. Turistas gritando pero por un motivo, la instalación de Yoko.
En el hall del museo se colocó un micrófono con un par de potentes altavoces en los que se invitaba a cualquiera que se atreviera a gritar, cantar, o en fin, expresarse o desahogarse según las necesidades de cada uno. Un circo, vamos.

Imagen de Yoko Ono "inaugurando" su instalación en el MoMA. Verano, 2011.

"Instrucciones" para el manejo de la pieza:
Gritar.
1. Contra el viento
2. Contra la pared
3. Contra el cielo

Otoño de 1961

Ésta instalación forma parte de un conjunto de propuestas por parte de Yoko Ono, que reciben el nombre de “instructions pieces”. La bonita historia comienza en Londres, en el año 66. John Lennon visita una exposición en la Indica Gallery. Allí, queda fascinado por Ceiling Painting, una de éstas instalaciones. Un mensaje colgaba del techo. Ayudado por una peligrosa escalera, quedaba cautivado por el contenido, un rotundo YES. Conmovido, decidió no abandonar el lugar sin conocer a la artista, una mujer menuda y segura de sí misma, Yoko Ono.

Yoko Ono prepara su Ceiling Painting.

Ella describía este tipo de obras como “pinturas para ser construidas en tu cabeza”.
También en el MoMA y esta vez colocado en el jardín de esculturas (Sculpture Garden) nos encontramos con Wish Tree for MoMA, un árbol del que cuelgan toda clase de deseos particulares.

Yoko Ono ante su Wish Tree for Moma (Árbol de los Deseos para el MoMA). Verano 2011.

"Instrucciones" de Yoko para el manejo del Árbol de los Deseos para el MoMA:

Pide un deseo
escríbelo en un trozo de papel.
Cuélgalo y átalo a una rama del árbol de los deseos.
Pídele a tu amigo que haga lo mismo.
Sigue deseando.

Yoko Ono
2010

Por último, Whisper Piece, una serie de 16 instrucciones y afirmaciones que Ono distribuye por las paredes del museo.

Ejemplo de "afirmación" que nos propone la artista:
"Eres bonita"

Y un valiente ejemplo de instrucción que nos insta a cumplir:

Ten el valor
de decirle
que le quieres


Con estas obras y por poco que sepamos de arte, comprendemos que se trata de una artista conceptual. La idea prima sobre la forma. El contenido manda, vamos.
Casualmente el Whitney Museum celebraba este verano su exposición Off the wall, part 1. - thirty performative actions (Fuera de la pared, parte 1 - treinta acciones/performance). Entre los artistas seleccionados, Yoko Ono con la performance Cut Piece. Muy, muy interesante.



La autora se convierte en objeto artístico a través de la colaboración del espectador que pasa a ser un elemento indispensable, ya que sin él no hay obra. Sin apenas darse cuenta, van moldeando el cuerpo de la mujer, tal y como se hizo a lo largo de la Historia del Arte con todas esas mujeres anónimas que posaron como modelos para los grandes pintores (hombres, blancos, occidentales) que conforman el universo artístico.


Después de todo esto, en serio, ¿a quién puede seguir cayéndole mal Yoko Ono?