31 de agosto de 2010


Nuevo punto de venta para


The Cómic Co.
C/Divino Pastor, 17
¡Esta vez en Madrid
!

American Woman: Fashioning a National Identity

Por último, me queda hablar sobre mi visita al Brooklyn Museum. Me resultó tan grande y tan encantadoramente desordenado que no encontraba el momento para sentarme y escribir sobre todo lo que vi, que fue mucho y muy variado.
Varias razones de peso para visitarlo, una de ellas fue una exposición en el Met que vi unos días antes con fondos de este museo; American Woman: Fashioning a National Identity.
Maravillosa. Disfruté como loca. Salí tan entusiasmada que hasta correré el riesgo de asegurar que es de las exposiciones de moda más interesantes que he visto en mucho tiempo y creo que entre Nyc, París, Londres y Madrid, he visto unas cuantas.
Aplaudo la puesta en escena y la selección de las prendas, elegidas con sumo gusto y acierto.

La muestra hace un recorrido a lo largo de la creación del estilo americano, comenzando por el que ellos llaman The Heiress, allá en 1890. El nombre viene de una famosa peli protagonizada por Olivia de Havilland y Montgomery Clift. Es una adaptación de la novela de 1880, Washington Sq. de Henry James. El vestuario era de Edith Head, una diseñadora que triunfó en Hollywood hasta ganar ni más ni menos que ocho premios de la academia a lo largo de su carrera. Fue la favorita de las grandes estrellas de los 40 y 50, así como de directores tan característicos de la época como Hitchcock.
Pero los trajes aquí mostrados son originales de la Casa Worth (Maison Worth o House of Worth, elegir el idioma que más rabia le dé a cada uno), este inglés fue el padre de la alta costura en el siglo XIX y dictó la moda de la época. Su clientela, lógicamente era rica, en su mayoría herederas americanas ya que los trajes eran confeccionados con todo lujo de detalles y ornamentos.
Mientras, casi paralelamente, surge un ideal de belleza femenino americano llamado The Gibson Girl, de la mano del creador Charles Dana Gibson. Se trata de una mujer de belleza romántica, alta, con su cabello recogido y con ondas, cintura de avispa gracias a un corsé que cumplía doble función (someter los kilos y el temperamento)… en definitiva, una dulce señorita educada y de corte tradicional.
Como reacción surge la mujer deportista que demuestra sus ansias de independencia junto con el estilo bohemio de 1900, recreado en salones de decoración Tiffany y vistiendo pantalones a lo Rita Lydig. Esta mujer, nacida en Nyc pero de padre cubano y madre española y emparentada con la familia Alba, fue conocida como la mujer más pintoresca de América. Por supuesto apoyó el movimiento sufragista, representado por el estilo patriota que tuvo lugar 1910. Este movimiento reformista social, económico y político llevado a cabo por valientes mujeres, promovía el derecho al voto femenino y supuso su verdadera emancipación mientras se gestaba la I Guerra Mundial.
The flappers fue como se llamó a las mujeres que en los felices años 20 usaban faldas cortas, renunciaron al corsé y se cortaron el pelo a lo “bob cut”. El jazz envolvía toda una revolución en la que bebían, bailaban, fumaban, abusaban del maquillaje, conducían, y optaban felices por una conducta incorrecta. Independientes y atractivas, fueron las verdaderas liberadas del siglo, ¡eso es una revolución! Por último, The Screen Sirens, el estilo cinematográfico de los años 30 - 40, de la mujer fatal y sexy que todos tenemos en mente. Todo un merecido tributo a la mujer americana.

Sería absurdo quedarse en lo superficial del asunto y no mencionar la parte histórica de la muestra. La dura lucha de la mujer por conquistar su emancipación social, política y sexual. En el caso americano, supuso además cortar lazos con lo imperante en el viejo continente para crear un estilo propio made in Usa. Como experiencia personal después de vivir en Nyc, he de confesar mi sorpresa al comprobar lo liberadas que encuentro a las americanas en comparación con las europeas (y especialmente con las españolas) en lo que a su aspecto físico y estilo personal se refiere. Veo a mi alrededor con cierta sorpresa y mucha envidia como cada una viste como quiere, dando prioridad al estilo personal y rehuyendo del miedo al qué dirán. Sintiéndose guapas con su mini y su escote, orgullosas de sus cuerpos y razas sin plantearse ni por un segundo que serán juzgadas por sus curvas, estaturas, kilos, celulitis y extravagancia no sólo por las demás sino por su peor enemiga, ella misma. Pasean por la calle sin el temor de ser observadas de manera descarada y obscena por la mirada de tanto tío acomplejado. Respetadas por ellos y por ellas. Liberadas.

Y cómo premio, un vídeo de la exposición:

27 de agosto de 2010

El Museo del Barrio

Otro de los museos que me despertaba mucha curiosidad junto con el American Folk of Art, es El Museo del Barrio. Este lugar surgió en 1969, en pleno Spanish Harlem por ser una zona de mayoría puertorriqueña. Ahora se han trasladado a un bonito edificio en la “afueras” del barrio, concretamente en la milla de los museos (5th Av. con 104 Str.), al situarse tan arriba de la famosa 5ª Avenida, la zona conserva parte de su encanto original por su proximidad a áreas hispanas y además, todo lo que pilla cerca de Central Park gana puntos extras. Hagas lo que hagas en esta ciudad, si estás cerca de Central Park, es obligatorio una parada en este universo verde de ardillas gordas, hot dogs y gente peculiar.

La colección propia del museo es muy pequeña pero ofrecen una retrospectiva de Rafael Ferrer (Puerto Rico, 1933) que merece totalmente la pena, Retro/active: The work of Rafael Ferrer.
La muestra reúne el trabajo de los últimos 55 años de carrera de este puertorriqueño, toda una vida, vamos. Pintura, escultura, dibujos y algunas instalaciones de materiales efímeros. Según nos contó el seguridad del museo (por alguna extraña razón, en esta ciudad los vigilantes de sala son de lo más habladores), es un señor muy amable y carismático que supervisó personalmente la exposición.

Ferrer (Museo del Barrio, Nyc - 2010)

Cuando Ferrer, allá en su temprana juventud empezó a pintar, en Manhattan reinaban los caribeños como los puertorriqueños Tito Puente y Tito Rodríguez, o el cubano Machito. Al igual que ellos, Ferrer comenzó su carrera como músico pero finalmente encontró en la pintura un vehículo con que lograba expresarse más libremente. Autodidacta, como no podía ser de otra manera, la pintura supuso un espacio de libertad personal. Según él mismo declara, le inspiraron especialmente Picasso, Juan Gris, Matisse y Julio González.

Merengue en Boca Chica, 1983. Ferrer (Retrospectiva en Museo del Barrio, Nyc - 2010. Pertenece al Met de Nyc)

Sus obras impresionan por el color, que aporta vida propia hasta casi oír la música que emana del músico recostado bajo la palmera. El espíritu caribeño está tan presente que hasta casi podrías ahorrarte el billete de avión a uno de sus chiringuitos playeros. Me llamó particularmente la atención su perspectiva, tan artificial y real al mismo tiempo, tan mágica como hacer un viaje al Macondo de García Márquez.

Ferrer (Museo del Barrio, Nyc - 2010)

En el 66 se traslada a Nyc suponiendo un cambio en su obra. Y del 85 al 96 se sucede una década en la República Dominicana donde la tendencia expresionista dominará los óleos. En Nyc de nuevo, su mirada socio-política continúa sutil junto a un lenguaje poético, con toques de humor y un fondo alegre y pasional como su sangre caliente.
Acabo citando una frase suya:

“la pintura es algo que se lleva por dentro“.
Y yo añado, joder, ¡qué cierto!


Además de esta maravillosa exposición me llevo dos descubrimientos extras:

Wifredo Lam

Wifredo Lam (Sagua La Grande, 1902 - París, 1982), cubano con sangre china por parte de padre y madre de origen africano, indio y europeo. Representa el auténtico mestizaje. En los años 20 se mudó a Madrid donde estudió pintura, recibe la influencia de Matisse y y queda fascinado con Picasso. Lógicamente en el 38 se traslada a París donde el propio Picasso le tutela, potenciando su gusto e interés por le arte y máscaras africanas que ambos comparten.

Eugenio Fernández Granell

Eugenio Fernández Granell (La Coruña, 1912 - Madrid, 2001). Otra víctima de la guerra civil española y exiliado como consecuencia directa. Se unió a corrientes surrealistas y expuso con Wifredo Lam y Max Ernst. Su primera gran obra fue adquirida por el MOMA de Nyc, ciudad en la vivió un tiempo.

20 de agosto de 2010


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18 de agosto de 2010

The Geometry of Kandinsky and Malevich

The Guggenheim Museum ofrece una exposición llamada The Geometry of Kandinsky and Malevich (La Geometría de Kandinsky and Malévich). A través de la muestra de 7 pinturas, se analizan las distintas formas de tratamiento de la abstracción que tuvieron ambos pintores.
Se trata de dos artistas con puntos en común, ambos son rusos, pioneros de la abstracción y los dos se reinventaron al final de sus vidas.

Several Circles (1926), Kandinsky.

Wassily Vasílievich Kandinsky (Moscú, 1866 - Neuilly-sur-Seine, 1944) desarrolla la abstracción lírica en la que encuentra la justificación a la teoría de Wilhelm Worringer de 1908, Abstracción y Empatía.
Worringer considera que la jerarquía de valores usada hasta el momento desde el Renacimiento, no sirve para considerar el arte de otras culturas.
Kandinski, igual que Piet Mondrian, creía en una realidad esencial oculta tras las apariencias, por lo que asegura que el nuevo arte ha de basarse en el lenguaje del color, aportando las pautas para su manejo centrándose en la respuesta del alma.

Foto tomada en el Guggenheim Museum, Nyc 2010.

Kazimir Severínovich Malévich, (1878 - 1935) participa en 1915 en la exposición de Petrogrado, The Last Futurist Exhibition of Paintings, “0.10” (Zero - Ten).
Se hace oficial así el Suprematismo, movimiento que inventa él mismo. Entre las obras que muestra destaca El Cuadrado Negro que Malévich sitúa en un esquina superior de la sala, zona reservada tradicionalmente para los iconos rusos. Esta obra significará un punto de inflexión radical en la carrera del pintor en particular y en toda la pintura moderna en general.
Malevich reduce los elementos pictóricos a la mínima expresión (el plano puro, el cuadrado, el círculo y la cruz) y elabora un nuevo lenguaje plástico a través del color y las formas geométricas con el que recodificar el mundo.

17 de agosto de 2010

MoMA

Siguiendo con el MoMA, paso a colgar algunas obras que directamente me apetece destacar:

Un par de cuadros inquietantes de belleza arrebatadora. Éste en concreto procede de, nada más y nada menos, 1888.

Masks Confronting Death, de James Ensor (Belga, 1860-1949).
Este artista fue una influencia muy importante en los movimientos vanguardistas de comienzo del siglo XX, en concreto en el expresionismo y surrealismo, y en artistas como Klee y Emil Nolde. Su obra, difícil de encontrar en museos españoles, es especialmente original. Sus primeras escenas realistas de estilo sombrío fueron variando con el tiempo hasta éstas imágenes de paleta clara y temas extraños.
Un grupo de enmascarados confrontan la figura de la muerte, que es la que se sitúa en el centro, cubierta de blanco, color que impregna toda la imagen. Las máscaras son un elemento muy presente en sus cuadros, probablemente inspiradas en las que vendía su madre en la tienda de regalos durante el carnaval anual de Ostende.

The Storm (1893),
es de las que impresionan a pesar de su tamaño medio. Edvard Munch (noruego, 1863 - 1944) contagió a sus obras de una profunda angustia que a su vez es influencia común al resto del expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. Según sus propias palabras, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas.
Munch fue obviamente un hombre de infancia trágica por la presencia de la enfermedad, muerte de su madre y hermana y la obsesión religiosa de su padre, lo que originó una personalidad conflictiva y en algunos casos desequilibrada que logró crear un estilo pictórico muy personal mediante la potenciación de la fuerza expresiva de la línea sinuosa, formas esquemáticas y un uso simbólico del color, por lo que se le clasificó como pintor simbolista.
Esta obra fue pintada mientras el artista pasaba una temporada en un pequeño pueblo costero de Noruega frecuentado por él y otros artistas. Puede que fuera inspirado por una tormenta que él mismo presenció ése verano. Vemos cómo el azul del cielo y el agua marcan la tonalidad de la tela. Una mujer se lleva las manos a la cabeza mientras las demás mujeres quedan apartadas, potenciando así su gesto de angustia. Las ventanas de la casa (amarillas y brillantes), invaden el edificio como una especie de presencia humana mientras se sugiere un mundo vibrante, en el cual las mujeres quedan excluidas.

Y maravilloso también es el famosísimo The Dream (1910), de Henri Julien Félix Rousseau o más conocido como "El aduanero Rousseau" (1844 - París, 1910).
Rousseau era padre de familia y trabajaba humildemente, como su apodo muy bien indica, de funcionario. Concretamente como agente de aduanas de segunda clase en la Oficina de Recaudación de Arbitrios de París. Y como viendo siendo habitual en muchos artistas, comenzó a pintar en serio con poco más de cuarenta años, hasta que a los 49 se retiró de su puesto en la administración para dedicarse de lleno a la pintura. Este detalle, junto con que dedicara mucho tiempo a cada una de sus obras y además, con que fuera prácticamente autodidacta, no fueron obstáculos suficientes para impedir que se convirtiera en uno de los máximos representantes del arte naïf.
Siempre me resultó llamativo que la jungla fuera uno de sus motivos predilectos a pesar de no haber visitado una jamás. Su fuente de información se hallaba en el Zoo de París, en láminas de exposiciones sobre colonias, libros o el Museo de Historia Natural. Le bastaba con entrar en una sala del Jardín Botánico, sentir calor tropical propio de un invernadero y verse rodeado de plantas exóticas para disparar su imaginación. Según sus propias palabras, “le parecía como entrar en un sueño”, y esto es lo que trató de reflejar en su obra, con una inocencia casi infantil.

A pesar de sus intentos "realistas", su obra destaca por el tono poético y exótico, creando un estilo naíf, original hasta el momento. Parte del encanto está en su escasa formación académica, junto con el protagonismo de la fantasía y un colorido complejo.
Es difícil de encasillar en los movimientos artísticos que se están desarrollando en este momento. Sin embargo, en 1866 fue invitado por los antiacademicistas para participar en la exposición del Salon des Indépendants, dónde fue elogiado por sus compañeros como Gauguin, Seurat, Valloton, y el crítico Wilhelm Uhde. Poco a poco, se va haciendo un hueco entre los pintores vanguardistas como Derain y Matisse, e incluso desarrolla grandes amistades con Delaunay (Robert), Guillaume Apollinaire y Picasso.


Gare Montparnasse (the melancholy of departure), 1914,
es otra obra más del gran Giorgio de Chirico (Grecia, 1888 – Roma, 1978) de obligado momento de deleite y disfrute. Por suerte, en este museo hay tanto “cuadro famoso” que no son muchos los que reparan en esta maravilla y ése momento de silencio es posible.
De Chirico fue el fundador del movimiento artístico de la escuela metafísica. Sus paisajes urbanos evocan ambientes sombríos y abrumadores inspirados en ciudades mediterráneas.
Fue Guillaume Apollinaire quien le introdujo en el grupo de artistas más destacados de la época, que rápidamente supieron admirar su obra, hasta convertirle en una de las mayores influencias del movimiento surrealista. Max Ernst, Dalí, Magritte,... fueron grandes admiradores y seguidores, entre otros.

Hace poco comentaba en este blog la exposición de Tanguy en L&M Arts (Nyc) y su decisión de convertirse en artista tras ver una obra de Chirico a pesar de no tener ninguna formación previa. Bueno, aquí esta la causa...

Christina´s world, (1948) de Andrew Wyeth (1917 – 2009).
De estilo realista mágico, éste pintor conocido en Estados Unidos como el "Pintor del Pueblo" por su popularidad entre el público americano, sentía predilección por las escenas del día a día protagonizadas por la tierra y los habitantes de su ciudad natal Chadds Ford (Pensilvania) y de su casa de verano en Cuching (Maine), rodeándolas de un misterio poético. La imagen, inquietante y detallista, centra la atención en la espiritualidad de una mujer, su vecina en Maine y enferma de polio, que concede parte del protagonismo a una tierra árida y misteriosa.

Number 1A, 1948, Pollock (Moma, Nyc, 2010)

No tengo más remedio que mostrar esta foto que me pareció muy divertida. Una camiseta de estilo “Custo” se diluye en una obra de Jackson Pollock (1912 - 1956), referente estadounidense que entre los años 40 y 60, crea una dimensión precursora del nacimiento del “Expresionismo Abstracto”.

Este estilo surge a través de una representación dramática del subconsciente expresada de forma autómata (automatismo). Además se ve condicionado por la búsqueda de emoción provocada entre un público expectante.
A ésta técnica se la llamará “Action painting”, acción que consiste en poner el lienzo de grandes dimensiones a ras del suelo y con pinceles pintar de forma rígida y contundente, con movimientos rápidos y autómatas. El secreto de la obra consiste en la movilidad del artista a la hora de su creación, así como el “ordenado caos” que se crea con toda la acción. Otras técnicas creadas por Pollock fueron el “dripping”, que consistía en perforar por la parte inferior los botes de pintura para una aplicación de goteo mediante movimientos bruscos y cambiantes. Y “all-over” que se basa en no dejar espacio alguno sin cubrir, creando una superficie completa que elimina la limitación de marcos.
Todo esto explica lo que Pollock trata de plasmas en la tela «no una imagen, sino un hecho, una acción» (según sus propias palabras).


Untitled (1967). Donald Judd, Moma (Nyc, 2010)

Y un par de obras de las de difícil comprensión, Donald Judd (Missouri, 1928 - Nueva York, 1994). La base de su trabajo está en el espacio y la realidad. Judd comenzó como pintor pero evolucionó hasta esculpir objetos independientes en tres dimensiones sobre suelo o pared, de formas sencillas y repetidas muchas veces, que exploran el espacio.
A partir de 1963, Judd comenzó a usar colores más llamativos, así como diferentes materiales como el metal, el contrachapado, y el plexiglás. Aunque es frecuente encontrar a éste artista incluido en el grupo minimalista, él se opuso a aceptar el término como identificativo de su obra.
Stack, 1967. Donald Judd, Moma (Nyc, 2010)


Y por fin, llego a la exposición de Henri Émile Benoît Matisse (1869 - 1954): Radical Invention (1913 - 1917). La única foto que me fue posible “robar” fue esta joyita:

Las tres bañistas (1879-82), de Cézanne (francés, 1839-1906).

Matisse compró esta obra en 1899 y será la fuente de inspiración para el uso del color y construcción de composiciones de sus propias bañistas.
En 1936, cuando donó esta obra al Museé du Petit Palace de París, escribió; “Me ha mantenido moralmente en los momentos críticos de mi aventura como artista; he dibujado desde él, mi fe y mi perseverancia”.
La muestra comienza recordando la importancia de la influencia de Cézanne en este artista en concreto, así como en toda su generación. Las obras reunidas parten de la época en que Matisse vuelve de Marruecos en 1913 hasta su partida a Niza en 1917. En estos años es cuando el artista produce su obra más experimental y enigmática. Pinturas que son abstractas y de detalle rigurosamente descriptivo, geométrico y dominadas por sombras en negro y gris. Son trabajos que hasta la fecha fueron tratados sin la importancia merecida y que se han explicado como respuestas al Cubismo o a la I Guerra Mundial.

Lo dicho, para bien o para mal, todas las fotos son mías (S.R.).

16 de agosto de 2010

MoMA

Hall del Moma con cuadro de Takashi Murakama al fondo

Visitar el MoMa era un momento al que tenía pavor. De hecho lo he ido retrasando (sufrí un trauma visitando el Louvre hace años) hasta que por fin llegó el momento en el que me sentí preparada... todo esto se debe a que la entrada cuesta 20 dólares y la opción gratuita es su tarde de viernes de libre acceso, que ya de por sí es famosa por la cantidad de gente que acude al museo. Esto se agrava por la exposición del momento: Matisse. Por lo que me armé de valor y paciencia, llegué 20 minutos antes (la tarde gratis comienza a las 16h.) y a la fila que me puse.
¡Pero cómo pude olvidar el pequeño detalle de que los americanos son auténticos profesionales y tienen un control absoluto a la hora de organizar el caos! Inocente de mí, la cola que para mi asombro daba la vuelta, daba de la vuelta de nuevo y volvía a dar la vuelta al bloque entero, duró una media de 20 minutos. Lo que parecía que iba a durar una eternidad, ¡¡duró 20 minutos!! En perfecto orden fuimos entrando todos, sin que nadie intentara hacerse el listo colándose y efectivamente, a las 16:00 me encontraba cruzando el acceso a un interior, eso sí, repletito de gente. Este tema, la saturación de espectadores visitando un museo de éstas características es otra cuestión que puede desarrollarse bastante, sin embargo no entraré ahora. Pero por el alboroto y escándalo, me pregunto siempre en ésos momentos, ¿cuántos estarán aquí por interés y cuántos por alguna extraña obligación turística...?
En cualquier caso, la visita siempre merece la pena.


Lo que más me viene llamando la atención de los museos que últimamente he visitado es, la cada vez más notable y extensa presencia de mujeres artistas entre las obras representadas. Ya era hora.

Nada más entrar, te encuentras con un enorme mural de la artista Afroamericana,
Kara Walker (1969) de reciente adquisión por parte del museo. Esta artista californiana que ya me llamó la atención en el Brooklyn Museum del que todavía no he hablado (uf, se me acumula el trabajo) explora a través de su obra la raza, el género, la sexualidad, la violencia e identidad. Es muy conocida por sus murales de siluetas recostadas en negro sobre fondo blanco, con los que trata de crear un puente entre la identidad folclórica nacida a partir de épocas de esclavitud y los problemas de género de las mujeres Afroamericanas en particular. Imagen de aparente inocencia pero cargada de poderosa denuncia social ante la cuál, curiosamente, me encontré con un grupo de espectadores (españoles, de hecho, lo que por otro lado no significa nada en particular), que se reían de lo tonto y simple que les parecía este inocente dibujillo. Cómo respuesta a su atrevido comportamiento, tan sólo el título del mural: Gone: An Historical Romance of a Civil War as It Occurred b´tween the Dusky Thighs of One Young Negress and Her Heart (1994).
Kara Walker (Gone: An Historical Romance of a Civil War as It Occurred b´tween the Dusky Thighs of One Young Negress and Her Heart (1994). Moma (Nyc), 2010.

Debido al reciente fallecimiento de Louise Caroline Bourgeois (París, 1911- Nueva York, 31 de mayo de 2010), las distintas obras de la artista se reparten en muchas de las salas del museo.
En concreto me gustó mucho esta (Ode à l´oubli, 2004).

Ode à l´oubli, 2004. Bourgeois, Moma (Nyc, 2010)

La Bourgeois, hizo libros ilustrados, un formato que al parecer coleccionaba desde finales de los años 40, incorporando sus propios textos y los de otros autores. Estos volúmenes editados en telas están creados a partir de un modelo que hizo en 2002 usando tejidos que guardó durante años, incluyendo trozos de pañuelos, toallas de su ajuar con sus iniciales bordadas, etc. Resulta que la artista pasó su infancia rodeada de telas porque su familia poseía un negocio de restauración de tapices, y usó este material durante años en esculturas e incluso como soporte para dibujos e impresiones.

Ode à l´oubli, 2004. Bourgeois, Moma (Nyc, 2010)

Bourgeois estudió matemáticas en La Sorbona pero sin embargo, acabó abriendo una vía muy vanguardista en el arte contemporáneo a través de sus esculturas, muchas de ellas de tamaños monumentales y casi todas, construcciones oníricas.

Spiral woman (1951-1952) and figure (1954). Bourgeois, Moma (Nyc, 2010)

Quarantania I (1947-1953, reassembled in 1981). Bourgeois, Moma (Nyc, 2010)

Siguiendo con el recorrido, me encuentro con las bellas esculturas de Louise Nevelson (Kiev, 1899 - Nueva York, 1988) y su Hanging Column from Dawn´s Wedding Feast (1959). Son dos esculturas que formaron parte de un conjunto que se completaba con una habitación que creó para el Moma en la exposición de 1959-60, 16 Americans.

Moma (Nyc, 2010)

Cada uno de los elementos representa un componente propio de boda. La artista que en varias ocasiones mostró su aversión por el matrimonio, pinta las piezas simbólicamente del mismo color, blanco, marcando así el tema nupcial. Toda esta obra me resulta muy especial por la experiencia personal de la artista, ya que se la conoce con el apellido de casada. En 1929 comenzó a estudiar en la Art´s Student´s League de Nyc, decisión que no gustó a su marido, y que a la postre fue una de las causas de su separación.


Hanging Column from Dawn´s Wedding Feast (1959). Louise Nevelson (Moma, Nyc, 2010).

A pesar del deseo de la artista de que todo el conjunto permaneciera unido, parece que ha acabado dividiéndose por museos. Lástima.

Hanging Column from Dawn´s Wedding Feast (1959). Louise Nevelson (Moma, Nyc, 2010).

Pero para reclamar una presencia cada vez más destacada de la mujer en el mundo del arte, siempre nos quedarán Las Guerrilla Girls. Este colectivo de artistas feministas nació en Nueva York en 1984 y se denominaron así por usar tácticas de guerrilla para promocionar la presencia de la mujer en el arte.



Comenzaron pegando pósters por la calles de Nyc, denunciando el desequilibrio de género y raza de los artistas representados en galerías y museos. Aún en día, a pesar de su desaparición, seguimos desconociendo quienes fueron los miembros del grupo originario o el nº de participantes porque en sus apariciones siempre llevaban máscara de gorila con el propósito de guardar su verdadera identidad, que según ellas aseguraban, mantenían oculta incluso a sus amigos y familiares.


Las Guerrilla Girls no contaban normalmente con el apoyo de la crítica especializada pero a pesar de todo, ahí están, presentes en grandes museos como el Moma o la Tate Modern de Londres, haciendo preguntas todavía molestas a un público que en general parece seguir sorprendiéndose a pesar de los 26 años transcurridos...


Selected posters from the portofolio Guerrilla Girls Talk Back: The First Five Years, 1985-90. Moma (Nyc, 2010)

Por último en este apartado de féminas artistas, un cuadro que me gusta especialmente, de Lee Lozano (americana, 1930 - 1999), artista de la que ya hablé en su momento en este blog.

Untitle (sin título), 1963. Lee Lozano, Moma (Nyc, 2010)

Todas las fotos han sido tomadas por mí, como siempre (S.R.)
Me quito el sombrero ante obras como ésta.
Maravillosa. Punto.

11 de agosto de 2010


Fase final, y no por ello menos elaborada... parecía que lo más difícil había pasado pero montar y fotocopiar está siendo mucho más complicado de lo que parece...

Montando los originales, ya reducidos y listos para enviar a fotocopiar

Tirada de la edición (100 ejemplares)

Y ejemplar de prueba... ¡Por fin, mi criatura!
¡¡¡Muy pronto a la venta!!!

10 de agosto de 2010

The Greater NY 2010 - PS1

Imagen exterior de la fachada de PS1

Imposible no visitar en algún momento el PS1 y qué mejor reclamo que la exposición que ofrecen en estos meses, The Greater New York 2010, una muestra que ofrece los trabajos de 68 artistas y colectivos que viven y trabajan en el área metropolitana de New York en la actualidad. Los trabajos han sido seleccionados por los comisarios según una muy cuidada búsqueda en estudios, por recomendaciones pertinentes y a través de una iniciativa nueva por parte del museo en la que invitan a artistas a presentar sus trabajos y estudios a través de internet.

El patio exterior que precede al museo, lugar de juegos durante el día y lugar de recreo por las noches.

Tengo que comenzar haciendo una una mención especial relacionada con el edificio. Sólo por esto merece la pena acercarse hasta Brooklyn, ¡¡qué maravilla de sitio!! Cuando visito lugares así es cuando cada vez más, me radicalizo en la idea de rehabilitar grandes edificios en vez de los museos gigantes que se construyen a propósito del almacenaje del arte. Al final, éstos acaban resultando todos bastante parecidos y hacen del lugar una especie de supermercado aburrido, de luz fría y aspecto monótono. Pero claro, esto es sólo mi opinión. Muestro fotos (robadas, casi me juego la deportación que menudos son aquí con esto..) del espacio donde claramente se observa el encanto de la arquitectura original, así como las galerías auténticas de aulas propias de una antigua escuela.


Uno de los letreros que decora los pasillos.

Vista de una las galerías. ¡Geniales!

Detalle de una pared.

Y detalle de las puertas anunciando las distintas galerías.

Vista de las escaleras.

Y aquí van detalles del patio interior...


Y sigo con la historia, tras la renovación del edificio Moma PS1 reabrió sus puertas en 1997. Digo reabrió porque el edificio ya era desde hacía unos 20 años una plataforma cultural pero gracias al empuje de su afiliación con el Moma (Museum of Modern Art) en el 2000, ha confirmado su posición como el centro líder en arte contemporáneo de la ciudad.

Dentro de todo lo que vi, rescato dos ejemplos de lo que más me gustó:

Vista exterior de la sala intervenida por Franklin Evans (PS1)

Una instalación de Franklin Evans (nacido en Reno, NV, 1967) llamada Time Compression Machine, dónde con la unión de pintura y textos explora formas e ideas relacionadas con el concepto de infinidad.






Todas las fotos pertenecen a la instalación Time Compression Machine, de Franklin Evans (The Greater NY 2010, Ps1) y han sido tomadas por mí (S.R.).

Y para terminar, destaco la sala intervenida por DAS INSTITUT:




Se trata de una agencia fundada en 2007 por Kerstin Brätsch (1979) y Adele Röder (1980), ambos residentes en Nyc. Sus colaboraciones se caracterizan por las estrategias publicitarias de manipulación e intercambio de información. Unen las pinturas de Kerstin Brätsch y las imágenes generadas por ordenador de Adele Röder.

Todas las fotos pertenecen a la instalación Thus! Unit4 (La Technique De Brätsch & Röder Desert Capes, 2010)de The Greater NY 2010, Ps1 y han sido tomadas por mí (S.R.).